Todas las entradas de: ¡¡¡No dejes de soñar y sonreír!!!

!Hasta la locura te amo, Señor!!

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Me puede faltar todo en la vida , me puede faltar
hasta la vida, pero nunca quiero que me falte el
deseo de amarte hasta el final

* coro* 
hasta la locura te amo señor ya no quedan dudas 
en mi corazón de que te amo , de que te amo 
señor . 

quiero amarte hasta el extremo sin reservas darme
por entero , como los que sean enamorado
yo te canto mi amado hasta el final

* coro* 

Lecturas Domingo de la trigésima semana de Tiempo Ordinario.

29/10/2017
PRIMERA LECTURA
Si explotáis a viudas y huérfanos, se encenderá mi ira contra vosotros
Lectura del libro del Éxodo 22, 20-26

Esto dice el Señor:

«No maltratarás ni oprimirás al emigrante, pues emigrantes fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.

No explotarás a viudas ni a huérfanos. Si los explotas y gritan a mí, yo escucharé su clamor, se encenderá mi ira y os mataré a espada; vuestras mujeres quedarán viudas y a vuestros hijos huérfanos.

Si prestas dinero a alguien de mi pueblo, a un pobre que habita contigo, no serás con él un usurero cargándole intereses.

Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo, ¿y dónde, si no, se va a acostar? Si grita a mi, yo lo escucharé, porque yo soy compasivo.»

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 17, 2-3a. 3bc-4. 47 y 5lab
R. Yo te amo, Señor; tú eres mí fortaleza.

Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R.

Dios mío, peña mía, refugio mío,
escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos. R.

Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu ungido. R.

 SEGUNDA LECTURA
Os convertisteis, abandonando los ídolos, para servir a Dios y vivir aguardando la vuelta de su Hijo
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1, 5c-10

Hermanos:

Sabéis cómo nos comportamos entre vosotros para vuestro bien. Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la Palabra en medio de una gran tribulación, con la alegría del Espíritu Santo. Así llegasteis a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya.

No solo ha resonado la palabra del Señor en Macedonia y en Acaya desde vuestra comunidad , sino que además vuestra fe en Dios se ha difundido por doquier, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los detalles de la visita que os hicimos: cómo os convertisteis a Dios abandonando los ídolos, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro.

Palabra de Dios.

 

Evangelio Domingo de la trigésima semana de Tiempo Ordinario.

Aleluya Cf. Jn 14, 23
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

  1. El que me ama guardará mi palabra – dice el Señor -,
    y mi Padre lo amará, y vendremos a él. R

 

EVANGELIO
Amarás al Señor tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 22, 34-40

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:

«Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?».

Él le dijo:

«»Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente».

Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él:

«Amarás a tu prójimo como a ti mismo.»

En estos dos mandamientos sostienen toda la Ley y los Profetas».

Palabra del Señor.

Miércoles de la trigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario. La Dedicación de la Basílica de Letrán. 

08/11/2017
PRIMERA LECTURA
Vi agua que manaba del templo, y habrá vida donde llegue el torrente
Lectura de la profecía de Ezequiel 47, 1-2. 8-9. 12

En aquellos días, el ángel me hizo volver a la entrada del templo.

De debajo del umbral del templo corría agua hacia el este – el templo miraba al este -. El agua bajaba por el lado derecho del templo, al sur del altar.

Me hizo salir por el pórtico septentrional y me llevó por fuera hasta el pórtico exterior que mira al este. El agua corría por el lado derecho.

Me dijo:

«Estas aguas fluyen hacia la zona oriental, descienden hacia la estepa y desembocan en el mar de la Sal. Cuando hayan entrado el él, sus aguas serán saneadas. Todo ser viviente que se agita, allí donde desemboque la corriente, tendrá vida; y habrá peces en abundancia. Porque apenas estas aguas hayan llegado allí, habrán saneado el mar y habrá vida allí donde llegue el torrente.

En ambas riberas del torrente crecerá toda clase de árboles frutales; no se marchitarán sus hojas ni se acabarán sus frutos; darán nuevos frutos cada mes, porque las aguas del torrente fluyen del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales».

Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL 45, 2-3. 5-6. 8-9
R. Un río y sus canales alegran la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada.

Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el peligro.
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra,
y los montes se desplomen en el mar. R.

Un río y sus canales alegran la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.
Teniendo a Dios en medio, no vacila;
Dios la socorre al despuntar la aurora. R.

El Señor del universo está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Venid a ver las obras del Señor,
las maravillas que hace en la tierra. R.

 

Aleluya 2 Crón 7, 16a
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

  1. He elegido y santificado este templo – dice el Señor –
    para que mi Nombre esté en él eternamente. R

 EVANGELIO
Hablaba del templo de su cuerpo
Lectura del santo Evangelio según san Juan 2, 13-22

Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:

«Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre».

Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito:

«El celo de tu casa me devora».

Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron:

«¿Qué signos nos muestras para obrar así?»

Jesús contestó:

«Destruid este templo, y en tres días lo levantaré».

Los judíos replicaron:

«Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?».

Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y creyeron a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

Palabra del Señor.