Todas las entradas de: ¡¡¡No dejes de soñar y sonreír!!!

Martes de la vigesimoséptima semana de Tiempo Ordinario. 

10/10/2017
PRIMERA LECTURA
Los ninivitas habían abandonado el mal camino y se arrepintió Dios
Lectura de la profecía de Jonás 3, 1-10

El Señor dirigió la palabra por segunda vez a Jonás. Le dijo así:

«Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive, allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré».

Jonás se puso en marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor . Nínive era una ciudad inmensa; hacían falta tres días para recorrerla.

Jonás empezó a recorrer la ciudad el primer día, proclamando:

«Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada»

Los ninivitas creyeron en Dios; proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde el más importante al menor.

La noticia llegó a oídos del rey de Nínive, que se levantó del trono, se despojó del manto real, se cubrió con rudo sayal y se sentó sobre el polvo. Después ordenó proclamar en Nínive este anuncio de parte del rey y de sus ministros:

«Que hombres y animales, ganado mayor y menor no coman nada; que no pasten ni beban agua. Que hombres y animales se cubran con rudo sayal e invoquen a Dios con ardor. Que cada cual se convierta de su mal camino y abandone la violencia. ¡Quién sabe si Dios cambiará y se compadecerá, se arrepentirá de su violenta ira y no nos destruirá.!».

Vio Dios su comportamiento, cómo habían abandonado el mal camino, y se arrepintió de la desgracia que había determinado enviarles. Así que no la ejecutó.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 129, 1-2. 3-4
R. Si llevas cuentas de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?

Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. R.

Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto. R.

Porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.

 

Aleluya Lc 11, 28
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

  1. Bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios
    y la cumplen. R

 EVANGELIO
Marta lo recibió en su casa. María ha escogido la parte mejor
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 38-42

En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.

Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra.

Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que, acercándose, dijo:

«Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano».

Respondiendo, le dijo el Señor:

«Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; sólo una es necesaria. María, pues ha escogido la parte mejor, y no le será quitada».

Palabra del Señor.

Lunes de la vigesimoséptima semana de Tiempo Ordinario. 

09/10/2017
PRIMERA LECTURA
Jonás se puso en marcha para huir lejos del Señor
Comienzo de la profecía de Jonás 1, 1-2, 1. 11

El Señor dirigió su palabra a Jonás, hijo de Amitai, en estos términos:

«Ponte en marcha, ve a Nínive, la gran ciudad, y llévale este mensaje contra ella, pues me he enterado de sus crímenes».

Jonás se puso en marcha para huir a Tarsis, lejos del Señor. Bajó a Jafa y encontró un barco que iba a Tarsis; pagó el pasaje y embarcó para ir con ellos a Tarsis, lejos del Señor.

Pero el Señor envió un viento recio y una fuerte tormenta en el mar, y el barco amenazaba con romperse.

Los marineros se atemorizaron y se pusieron a rezar, cada uno a su dios. Después echaron al mar los objetos que había en el barco, para aliviar la carga. Jonás bajó al fondo de la nave y se quedo allí dormido.

El capitán se le acercó y le dijo:

«¿Qué haces durmiendo? Levántate y reza a tu Dios; quizá se ocupe ese Dios de nosotros y no muramos».

Se dijeron unos a otros:

«Echemos suertes para saber quién es el culpable de que nos haya caído esta desgracia».

Echaron suertes y le tocó a Jonás.

Entonces le dijeron:

«Dinos quién tiene la culpa de esta desgracia que nos ha sobrevenido, de qué se trata, de dónde vienes, cuál es tu país y de qué pueblo eres».

Jonás les respondió:

«Soy hebreo; adoro al Señor, Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra firme».

Muchos de aquellos hombres se asustaron y le preguntaron:

«¿Por qué has hecho eso?».

Pues se enteraron por el propio Jonás de que iba huyendo del Señor.

Después le dijeron:

«¿Qué vamos hacer contigo para que se calme el mar?» Pues la tormenta arreciaba por momentos.

Jonás les respondió:

-«Agarradme, echadme al mar y se calmará. Bien sé que soy el culpable de que os haya sobrevenido esta tormenta».

Aquellos hombres intentaron remar hasta tierra firme, pero no lo consiguieron, pues la tormenta arreciaba. Entonces rezaron así al Señor:

«¡Señor!, no nos hagas desaparecer por culpa de este hombre; no nos imputes sangre inocente, pues tú, Señor , actúas como te gusta».

Después agarraron a Jonás y lo echaron al mar. Y el mar se calmó.

Tras ver lo ocurrido, aquellos hombres temieron profundamente al Señor, le ofrecieron un sacrificio y le hicieron votos.

El Señor envió un gran pez para que se tragase a Jonás, y allí estuvo Jonás, en el vientre del pez, durante tres días con sus tres noches.

El Señor dio orden al pez, y vomitó a Jonás en tierra firme.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL Jon 2, 3. 4. 5. 8
R. Tú. Señor, me sacaste vivo de la fosa.

Invoque al Señor en mi desgracia y me escucho;
desde lo hondo del Abismo pedí auxilio,
y escuchaste mi llamada. R.

Me arrojaste a las profundidades en alta mar,
las corrientes me rodeaban,
todas tus olas y oleajes se echaron sobre mí. R.

Me dije: «Expulsado de tu presencia,
¿cuándo volveré a contemplar tu santa morada?». R.

Cuando ya desfallecía mi ánimo,
me acordé del Señor;
y mi oración llegó hasta ti,
hasta tu santo morada. R.

Aleluya Jn 13, 34
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

  1. Os doy un mandamiento nuevo – dice el Señor -,
    que os améis unos a otros, como yo os he amado. R

 

EVANGELIO
¿Quién es mi prójimo?
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 25-37

En aquel tiempo, se levantó un maestro de la Ley y preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:

«Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?»

Él le dijo:

«¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?».

Él respondió:

«Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza” y con toda tu mente. Y “a tu prójimo como a ti mismo».

Él le dijo:

«Has respondido correctamente. Haz esto y tendrás la vida».

Pero el maestro de la Ley, queriendo justificarse, dijo a Jesús:

«¿Y quién es mi prójimo?».

Respondió Jesús diciendo:

«Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo.

Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde estaba él y, al verlo, se compadeció, y acercándose, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo:

«Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva».

¿Cuál de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos?».

Él contestó:

«El que practicó la misericordia con él».

Jesús le dijo:

«Anda, haz tú lo mismo».

Palabra del Señor.

Sábado de la vigesimosexta semana de Tiempo Ordinario. Bienaventurada Virgen María el Rosario. 

07/10/2017
PRIMERA LECTURA
El mismo que os mandó las desgracias os mandará el gozo
Lectura del libro de Baruc 4, 5-12. 27-29

¡Animo, pueblo mío, que llevas el nombre de Israel!

Os vendieron a naciones extranjeras, pero no para ser aniquilados.

Por la cólera de Dios contra vosotros, os entregaron en poder del enemigo, porque irritasteis a vuestro Creador, sacrificando a demonios, no a Dios; os olvidasteis del Señor eterno, que os había alimentado, y afligisteis a Jerusalén que os criaba.

Cuando ella vio que el castigo de Dios se avecinaba dijo: Escuchad, habitantes de Sión, Dios me ha cubierto de aflicción.

He visto que el Eterno ha mandado cautivos a mis hijos y a mis hijas; los había criado con alegría, los despedí con lágrimas de pena.

Que nadie se alegre cuando vea a esta viuda abandonada de todos.

Si ahora me encuentro desierta, es por los pecados de mis hijos, que se apartaron de la ley de Dios.

¡Animo, hijos,! Gritad a Dios, os castigó pero se acordará de vosotros.

Si un día os empeñasteis en alejaros de Dios, volveos a buscarlo con redoblado empeño.

El mismo que os mandó las desgracias os mandará el gozo eterno de vuestra salvación».

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 68, 33-35. 36-37
R. El Señor escucha a sus pobres.

Miradlo, los humildes, y alegraos,
buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos.
Alábenlo el cielo y la tierra,
las aguas y cuanto bulle en ellas. R.

Dios salvará a Sión,
reconstruirá las ciudades de Judá,
y las habitarán en posesión.
La estirpe de sus siervos la heredará,
los que aman su nombre vivirán en ella. R.

Aleluya Cf. Mt 11, 25
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

  1. Bendito seas, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
    porque has revelado los misterios del reino a los pequeños. R

 

EVANGELIO
Estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 17-24

En aquel tiempo, los setenta y dos volvieron con alegría diciendo:

«Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre».

Jesús les dijo:

«Estaba viendo a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado el poder de pisotear serpientes y escorpiones y todo poder del enemigo, y nada os hará daño alguno.

Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo».

En aquella hora, se lleno de alegría en el Espíritu Santo y dijo:

«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños.

Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.

Todo me lo ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar».

Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:

«¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron».

Palabra del Señor.

Viernes de la vigesimosexta semana de Tiempo Ordinario. 

06/10/2017
PRIMERA LECTURA
Hemos pecado contra el Señor desoyendo sus palabras
Lectura del libro de Baruc 1, 15-22

«Confesamos que el Señor, nuestro Dios, es justo.

Nosotros, en cambio, sentimos en este día la vergüenza de la culpa. Nosotros, hombres de Judá, vecinos de Jerusalén, nuestros reyes y gobernantes, nuestros sacerdotes y profetas, lo mismo que nuestros antepasados, hemos pecamos contra el Señor desoyendo sus palabras.

Hemos desobedecido al Señor nuestro Dios, pues no cumplimos los mandatos que él nos había propuesto.

Desde el día en que el Señor sacó a nuestros padres de Egipto hasta hoy, no hemos hecho caso al Señor nuestro Dios y nos hemos negado a obedecerlo.

Por eso nos han sucedido ahora estas desgracias y nos ha alcanzado la maldición con la que el Señor conminó a Moisés cuando sacó a nuestros padres de Egipto para darnos una tierra que mana leche y miel.

No obedecimos al Señor cuando nos hablaba por medio de sus enviados los profetas; todos seguimos nuestros malos deseos sirviendo a otros dioses ajenos y haciendo lo que reprueba el Señor nuestro Dios».

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 78, 1-2. 3-5. 8. 9
R. Por el honor de tu nombre, Señor, libranos.

Dios mío, los gentiles han entrado en tu heredad,
han profanado tu santo templo,
han reducido Jerusalén a ruinas.
Echaron los cadáveres de tus siervos
en pasto a las aves del cielo,
y la carne de tus fieles a las fieras de la tierra. R.

Derramaron su sangre como agua
en torno a Jerusalén,
y nadie la enterraba.
Fuimos el escarnio de nuestros vecinos,
la irrisión y la burla de los que nos rodean.
¿Hasta cuándo, Señor?
¿Vas a estar siempre enojado?
¿Arderá como fuego tu cólera? R.

No recuerdes contra nosotros las culpas de nuestros padres;
que tu compasión nos alcance pronto,
pues estamos agotados. R.

Socórrenos, Dios, salvador nuestro,
por el honor de tu nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados
a causa de tu nombre. R.

 

Aleluya Cf. Sal 94, 8a. 7d
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

  1. No endurezcáis hoy vuestro corazón;
    escuchad la voz del Señor. R

 EVANGELIO
Quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 13-16

En aquel tiempo, dijo Jesús:

«¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Pues si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidos de sayal y sentados en la ceniza.

Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.

Y tú, Cafárnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno.

Quien a vosotros os escucha a mí me escucha; quien a vosotros rechaza, a mi me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado».

Palabra del Señor.