Todas las entradas de: ¡¡¡No dejes de soñar y sonreír!!!

LECTURA (25-11-14)

Primera lectura

Lectura del libro del Apocalipsis (14,14-19):

Yo, Juan, miré y en la visión apareció una nube blanca; estaba sentado encima uno con aspecto de hombre, llevando en la cabeza una corona de oro y en la mano una hoz afilada.
Del santuario salió otro ángel y gritó fuerte al que estaba sentado en la nube: «Arrima tu hoz y siega; ha llegado la hora de la siega, pues la mies de la tierra está más que madura.»
Y el que estaba sentado encima de la nube acercó su hoz a la tierra y la segó. Otro ángel salió del santuario celeste llevando él también una hoz afilada.
Del altar salió otro, el ángel que tiene poder sobre el fuego, y le gritó fuerte al de la hoz afilada: «Arrima tu hoz afilada y vendimia los racimos de la viña de la tierra, porque las uvas están en sazón.»
El ángel acercó su hoz a la tierra y vendimió la viña de la tierra y echó las uvas en el gran lagar del furor de Dios. Pisotearon el lagar fuera de la ciudad, y del lagar corrió tanta sangre, que subió hasta los bocados de los caballos en un radio de sesenta leguas.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 95,10.11-12.13

R/. El Señor llega a regir la tierra

Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente.» R/.

Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosqueR/.

Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,5-11):

En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos.
Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.»
Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?»
Él contestó: «Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: «Yo soy», o bien «El momento está cerca»; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.»
Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.»

Palabra del Señor

LECTURA (24-11-14)

Primera lectura

Lectura del libro del Apocalipsis (14,1-3.4b-5):

Yo, Juan, miré y en la visión apareció el Cordero de pie sobre el monte Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que llevaban grabado en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre. Oí también un sonido que bajaba del cielo, parecido al estruendo del océano, y como el estampido de un trueno poderoso; era el son de arpistas que tañían sus arpas delante del trono, delante de los cuatro seres vivientes y los ancianos, cantando un cántico nuevo. Nadie podía aprender el cántico fuera de los ciento cuarenta y cuatro mil, los adquiridos en la tierra. Éstos son los que siguen al Cordero adondequiera que vaya; los adquirieron como primicias de la humanidad para Dios y el Cordero. En sus labios no hubo mentira, no tienen falta.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 23,1-2.3-4ab.5-6

R/. Este es el grupo que viene a tu presencia, Señor

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R/.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R/.

Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,1-4):

En aquel tiempo, alzando Jesús los ojos, vio unos ricos que echaban donativos en el arca de las ofrendas; vio también una viuda pobre que echaba dos reales, y dijo: «Sabed que esa pobre viuda ha echado más que nadie, porque todos los demás han echado de lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.»

Palabra del Señor

LECTURA (22-11-14)

Primera lectura

Lectura del libro del Apocalipsis (11,4-12):

Me fue dicho a mí, Juan: «Éstos son mis dos testigos, los dos olivos y los dos candelabros que están en la presencia del Señor de la tierra. Si alguno quiere hacerles daño, echarán fuego por la boca y devorarán a sus enemigos; así, el que intente hacerles daño morirá sin remedio. Tienen poder para cerrar el cielo, de modo que no llueva mientras dura su profecía; tienen también poder para transformar el agua en sangre y herir la tierra a voluntad con plagas de toda especie. Pero, cuando terminen su testimonio, la bestia que sube del abismo les hará la guerra, los derrotará y los matará. Sus cadáveres yacerán en la calle de la gran ciudad, simbólicamente llamada Sodoma y Egipto, donde también su Señor fue crucificado. Durante tres días y medio, gente de todo pueblo y raza, de toda lengua y nación, contemplarán sus cadáveres, y no permitirán que les den sepultura. Todos los habitantes de la tierra se felicitarán por su muerte, harán fiesta y se cambiarán regalos; porque estos dos profetas eran un tormento para los habitantes de la tierra.»
Al cabo de los tres días y medio, un aliento de vida mandado por Dios entró en ellos y se pusieron de pie, en medio del terror de todos los que lo veían.
Oyeron entonces una voz fuerte que les decía desde el cielo: «Subid aquí.»
Y subieron al cielo en una nube, a la vista de sus enemigos.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 143,1.2.9-10

R/. Bendito el Señor, mi Roca

Bendito el Señor, mi Roca,
que adiestra mis manos para el combate,
mis dedos para la pelea. R/.

Mi bienhechor, mi alcázar,
baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y mi refugio,
que me somete los pueblos. R/.

Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,
tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:
para ti que das la victoria a los reyes,
y salvas a David, tu siervo. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (20,27-40):

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano. Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella.»
Jesús les contestó: «En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor «Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob». No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos.»
Intervinieron unos escribas: «Bien dicho, Maestro.»
Y no se atrevían a hacerle más preguntas.

Palabra del Señor

LECTURA (21-11-14)

Primera lectura

Lectura del libro del Apocalipsis (10,8-11):

Yo, Juan, oí cómo la voz del cielo que había escuchado antes se puso a hablarme de nuevo, diciendo: «Ve a coger el librito abierto de la mano del ángel que está de pie sobre el mar y la tierra.»
Me acerqué al ángel y le dije: «Dame el librito.»
Él me contestó: «Cógelo y cómetelo; al paladar será dulce como la miel, pero en el estómago sentirás ardor.»
Cogí el librito de mano del ángel y me lo comí; en la boca sabía dulce como la miel, pero, cuando me lo tragué, sentí ardor en el estómago.
Entonces me dijeron: «Tienes que profetizar todavía contra muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 118,14.24.72.103.111.131

R/. ¡Qué dulce al paladar tu promesa!

Mi alegría es el camino de tus preceptos,
más que todas las riquezas. R/.

Tus preceptos son mi delicia,
tus decretos son mis consejeros. .R/

Más estimo yo los preceptos de tu boca
que miles de monedas de oro y plata. R/.

¡Qué dulce al paladar tu promesa:
más que miel en la boca! R/.

Tus preceptos son mi herencia perpetua,
la alegría de mi corazón. R/.

Abro la boca y respiro,
ansiando tus mandamientos. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (19,45-48):

En aquel tiempo, entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: «Escrito está: «Mi casa es casa de oración»; pero vosotros la habéis convertido en una «cueva de bandidos.»»
Todos los días enseñaba en el templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los notables del pueblo intentaban quitarlo de en medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios.

Palabra del Señor