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Aquí estoy Señor, aumenta mi fe
Quiero ser como ella y amarte aunque duela.
Que hubiese pasado
Si ella hubiese dicho que no, o ignorado
O dilatado, el anuncio de tu ángel de amor
En cambio creyó, en tu palabra
Y se hizo tu esclava, en un acto perfecto y de fe
Y hoy, quiero ser como ella
Y amarte aunque duelan, las espinas y el camino de la cruz.
Dame la fe señor, La fe de María
Para decirte sí, un sí sin medidas
Dame la fe señor, la fe de María
Para renunciar a mí y entregarte mi vida mi vida.
Aunque traspasaron con una espada su corazón
Y su alma lloro, el dolor de tus heridas
A los pies del madero se quedó
Y por creer, ella es reina y señora
Y tú nos incorporas a tu eterna familia de amor
Y yo en tu amor quiero permanecer Postrado a tus pies
Es lo único que un día Llevaré.
Dame la fe señor, La fe de María
Para decirte sí, un sí sin medidas
Dame la fe señor, la fe de María
Para renunciar a mí y entregarte mi vida.
Y tu me dices DÉJATE
Hace ya tiempo que lo comprendí, Tú me buscaste en todas partes, la mecha que en mi humeante estaba ya, Tú no dejaste se apagase.
Yo me contemplo y digo que veras, será que estaba equivocado y he descubierto, que es que loco esta de amor muriendo porque le ame.
Yo no he querido enfermar de la locura que en Él arde, pero la fiebre quiere regresar y yo no dejo de medicarme.
Más Tú me pides: déjate que te consuma este fuego, no apagues si amas esta hoguera, que si no hay fuego no habrá luz, créeme que estoy clavado porque te amo, no encontraras en otro lado quien quiera ya morir por ti. No tengas miedo no te dejare las veces que tú me reclames, yo gozo al ver que quieres regresar, déjame que yo te levante.
Señor no ves que quiero regresar pero me pesa mi pasado, ¿Acaso pides lo que no se dar?, mi tiempo me ha lisiado el alma. Cuanto he besado el suelo, no podre, mis manos se han cerrado tanto. No te preocupes, te rescatare, mi vida cambio por la tuya.
Y Tú me dices: mírame, en esta cruz por ti clavado, en esta cruz por ti esperando, porque lo intentes otra vez. Créeme estoy aquí por ti clavado, estoy aquí por ti esperando, ¿Por qué no quieres tú creer? Déjate que te consuma este fuego, no apagues si amas esta hoguera, que yo encendí en tu corazón.