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Lectura del día – Evangelio – Santo del día

Jueves de la decimonovena semana de Tiempo Ordinario.

11-8-2016

PRIMERA LECTURA
Emigra en pleno día, a la vista de todos

Lectura de la profecía de Ezequiel 12, 1-12

Me fue dirigida esta palabra del Señor:

-«Hijo de hombre, vives en medio de un pueblo rebelde: tienen ojos para ver, y no ven; tienen oídos para oír, y no oyen; pues son un pueblo rebelde.

Así pues, tú, hijo del hombre , prepara tu equipaje para el destierro, y emigra en pleno día, a la vista de todos; a la vista de todos emigra a otro sitio. Tal vez así comprendan que son un pueblo rebelde.

Sacarás tu equipaje de deportado en pleno día, a la vista de todos; partirás al atardecer, a la vista de todos, como quien va al destierro.

A la vista de todos abre una brecha en el muro y saca por allí tu equipaje.

Cárgalo al hombro a la vista de todos, sácalo en la oscuridad. Cúbrete la cara para no ver la tierra, porque hago de ti un signo para la casa de Israel».

Yo hice todo lo que me había ordenado. Saqué mi equipaje como quien va al destierro, en pleno día; al atardecer abrí una brecha en el muro con las manos, lo saqué en la oscuridad y me lo cargué al hombro, a la vista de todos.

A la mañana siguiente me fue dirigida esta palabra del Señor:

-«Hijo de hombre, ¿no te ha preguntado la casa de Israel, la casa rebelde, qué es lo que hacías?

Pues respóndeles:

«Esto dice el Señor Dios: Este oráculo toca al príncipe en Jerusalén y a toda la casa de Israel que vive allí.

«Di: “Yo soy un signo para vosotros: como yo he hecho, así harán con ellos. Serán deportados irán al destierro.

El príncipe que vive entre ellos se cargará al hombro el equipaje, en la oscuridad saldrá, por una brecha que abrirán en el muro para sacarlo, se cubrirá la cara para no ver su tierra con sus propios ojos»».

 Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 77, 56-57. 58-59. 61-62 

R. No olvidéis las acciones del Señor.

Ellos tentaron al Dios altísimo y se rebelaron,
negándose a guardar sus preceptos;
desertaron y traicionaron como sus padres,
fallaron como un arco engañoso. R.

Con sus altozanos lo irritaban,
con sus ídolos provocaban sus celos.
Dios lo oyó y se indignó,
y rechazó totalmente a Israel. R.

Abandonó sus valientes al cautiverio,
su orgullo a las manos enemigas;
entregó su pueblo a la espada,
encolerizado contra su heredad. R.

 EVANGELIO
No te digo que perdones hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 18, 21-19, 1

En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó:

-«Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?»

Jesús le contesta:

-«No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.

Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.

El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo:

«Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo.»

Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo:

«Págame lo que me debes.»

El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo:

«Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré.»

Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.

Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo:

«¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?»

Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.

Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano».

Cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán.

 Palabra del Señor.

Viernes de la decimonovena semana de Tiempo Ordinario.

12-8-2016

PRIMERA LECTURA
Eras perfecta con los atavíos que yo había puesto sobre ti; y te prostituiste

Lectura de la profecía de Ezequiel 16, 1-15. 60. 63

Me fue dirigida esta palabra del Señor:

«Hijo del hombre, hazle conocer sus acciones detestables a Jerusalén.

Di: “Esto dice el Señor Dios, a Jerusalén. Por tu origen y tu nacimiento eres cananea: tu padre era amorreo y tu madre era hitita. Así fue tu nacimiento: El día en que naciste, no te cortaron el cordón, no te lavaron con agua para purificarte, ni te friccionaron con sal, ni te envolvieron en pañales. Nadie se apiadó de ti ni hizo por compasión nada de todo esto, sino que por aversión te arrojaron a campo abierto el día en que naciste.

Yo pasaba junto a ti y te vi revolviéndote en tu sangre, y te dije: Sigue viviendo, tú que yaces en tu sangre, sigue viviendo.

Te hice crecer como un brote de campo. Tú creciste, te hiciste grande, llegaste a la edad del matrimonio. Tus senos se afirmaron y te brotó el vello, pero continuabas completamente desnuda.

Pasé otra vez a tu lado, te vi en la edad del amor; extendí mi manto sobre ti para cubrir tu desnudez. Con juramento, hice alianza contigo – oráculo del Señor Dios – y fuiste mía.

Te lavé con agua, te limpié la sangre, que te cubría y te ungí con aceite. Te puse vestiduras bordadas, te calcé zapatos de cuero fino, te ceñí de lino, te revestí de seda.

Te engalané con joyas: te puse pulseras en los brazos y un collar al cuello. Te puse un anillo en la nariz, pendientes en tus orejas y una magnífica diadema en tu cabeza.

Lucías joyas de oro y plata, y vestidos de lino, seda y bordado; comías flor de harina, miel y aceite; estabas cada vez más bella y llegaste a ser como una reina.

Se difundió entre las naciones paganas la fama de tu belleza, perfecta con los atavíos que yo había puesto sobre ti – oráculo del Señor -. Pero tú, confiada en tu belleza, te prostituiste; valiéndote de tu fama, prodigaste tus favores y te entregaste a todo el que pasaba.

Con todo, yo me acordaré de mi alianza contigo en los días de tu juventud y estableceré contigo una alianza eterna, para que te acuerdes y te avergüences y no te atrevas nunca más a abrir la boca por tu oprobio, cuando yo te perdone todo lo que hiciste – oráculo del Señor -».

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6 

R. Ha cesado tu ira y me has consolado.

«Él es mi Dios y Salvador:
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación».
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación. R.

«Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso». R.

Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión,
porque es grande en medio de ti el Santo de Israel. R.

 EVANGELIO
Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres; pero, al principio, no era así

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 19, 3-12

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba:

-«¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?».

El les respondió:

«¿No habéis leído que el Creador, en el principio, los creó hombre y mujer, y dijo: «Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne»? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».

Ellos insistieron:

« ¿Y por qué mandó Moisés darle acta de divorcio y repudiarla? ».

Él les contestó:

«Por la dureza de vuestro corazón os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres; pero, al principio, no era así. Pero yo os digo que, si uno repudia a su mujer – no hablo de unión ilegítima – y se casa con otra, comete adulterio».

Los discípulos le replicaron:

«Si esa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse».

Pero él les dijo:

-«No todos entienden esto, solo los que han recibido ese don. Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos ellos mismos por el reino de los cielos. El que pueda entender, entienda».

 Palabra del Señor.

Sábado de la decimonovena semana de Tiempo Ordinario.

13-8-2016

PRIMERA LECTURA

Os juzgaré a cada uno según su proceder

Lectura de la profecía de Ezequiel 18, 1-10. 13b. 30-32

Me fue dirigida esta palabra del Señor:

«¿Por qué andáis repitiendo este refrán en la tierra de Israel?:

«Los padres comieron agraces, y los hijos tuvieron dentera»

Por mi vida – oráculo del Señor Dios – que nadie volverá a repetir ese refrán en Israel, porque todas las vidas son mías; la vida del padre como la del hijo. El que peque, ese morirá.

Si un hombre es inocente y se comporta reta y justamente; si no come en los montes ni levanta sus ojos a los ídolos de la casa de Israel; si no deshonra a la mujer de su prójimo ni se une a su mujer durante la menstruación; si no oprime a nadie, si devuelve la prenda empeñada; si no despoja a nadie de lo suyo, si da de su pan al hambriento y viste al desnudo; si no presta con usura ni acepta intereses; si se mantiene lejos de la injusticia y aplica con equidad el derecho entre las personas; si se comporta según mis preceptos y observa mis leyes, cumpliéndolos fielmente: ese hombre es justo, y ciertamente vivirá – oráculo del Señor -.

Si ese hombre engendra un hijo violento y sanguinario, que comete contra su prójimo alguna de estas malas acciones, ciertamente no vivirá. Por haber cometido todas esas acciones detestables, morirá irremediablemente y será responsable de su propia muerte.

Pues bien, os juzgaré, a cada uno según su proceder, casa de Israel – oráculo del Señor Dios -.

Arrepentíos y convertíos de vuestros delitos, y no tropezaréis en vuestra culpa. Aparta de vosotros los delitos que habéis cometido, renovad vuestro corazón y vuestro espíritu. ¿Por qué habríais de morir, casa de Israel?

Yo no me complazco en la muerte de nadie – oráculo del Señor -. Convertíos y viviréis».

 Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 50, 12-13. 14-15. 18-19 

R. Oh Dios, crea en mí un corazón puro.

Oh, Dios, crea en mi un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti. R.

Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R.

 EVANGELIO
No impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 19, 13-15

En aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orase, pero los discípulos los regañaban.

Jesús dijo:

-«Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos».

Les impuso las manos y se marchó de allí.

 Palabra del Señor.

Martes de la vigésima semana de Tiempo Ordinario.

16-8-2016

PRIMERA LECTURA

Eres hombre y no dios; pusiste tu corazón como el corazón de Dios

Lectura de la profecía de Ezequiel 28, 1-10

Me fue dirigida esta palabra del Señor:

«Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Esto dice el Señor Dios:

Se enalteció tu corazón, y dijiste: «Soy un dios y estoy sentado en el trono de los dioses en el corazón del mar».

Tú que eres hombre y no dios, pusiste tu corazón como el corazón de Dios.

Te dijiste: «¡Si eres más sabio que Daniel, ningún enigma se te resiste!

Con tu sabiduría e inteligencia, te has hecho una fortuna; acumulaste tesoros de oro y plata».

Con gran habilidad para el comercio acrecentaste tu fortuna,; y por tu fortuna te llenaste de presunción.

Por ello, así dice el Señor Dios:

«Por haber puesto tu corazón como el corazón de Dios, por eso, haré venir contra extranjeros los más feroces de entre los pueblos.

Desenvainarán sus espadas contra tu brillante sabiduría y profanarán tu belleza.

Te hundirán en la fosa, y perecerás de muerte violenta en el corazón del mar.

¿Podrás seguir diciendo delante de tus verdugos: «Soy un dios»? Serás un hombre, y no un dios, en mano de los que te apuñalen?

Morirás con muerte de incircunciso, a manos de gentes extrañas.

Porque lo he dicho yo.» – oráculo del Señor -»

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL Dt 32, 26-27ab. 27cd-28. 30. 35cd-36ab

R. Yo doy la muerte y la vida.

Me dije: «Los aniquilaría,
y borraría su memoria entre los hombres»
Si no temiese las burlas del enemigo
y la mala interpretación del adversario. R.

No sea que digan: «Nuestra mano ha vencido,
no es el Señor quien ha hecho todo esto».
Porque es gente que ha perdido el juicio,
y que carece de inteligencia R.

¿Cómo puede uno persigue a mil,
y dos poner en fuga a diez mil,
si no fuera porque los ha vendido su Roca
y el Señor los ha entregado? R.

El día de su ruina se acerca,
y se precipita su destino.
El Señor justicia a su pueblo
y tendrá piedad de sus siervos. R.

 EVANGELIO
Más fácil le es a un camello entrar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 19, 23-30

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:

-«En verdad os digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Lo repito: más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos».

Al oírlo, los discípulos dijeron espantados:

-«Entonces, ¿quién puede salvarse?».

Jesús se les quedó mirando y les dijo:

-«Es imposible para los hombres, pero Dios lo puede todo».

Entonces dijo Pedro a Jesús:

-«Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar? ».

Jesús les dijo:

-«En verdad os digo: cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.

Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.

Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos serán primeros».

 Palabra del Señor.