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Lectura del día – Evangelio – Santo del día

Sábado de la vigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario. Santa Mónica.

02/09/2017
PRIMERA LECTURA
Dios mismo nos ha enseñado a amarnos los unos a los otros
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4, 9-11

Hermanos:

Acerca del amor fraterno, no hace falta que os escriba, porque Dios mismo os ha enseñado a amaros los unos a los otros; y así lo hacéis con todos los hermanos de Macedonia.

Sin embargo os exhortamos, hermanos, a seguir progresando: esforzaos por vivir con tranquilidad, ocupándoos de vuestros propios asuntos y trabajando con vuestras propias manos, como os lo tenemos mandado.

Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL 97, 1. 7-8. 9
R. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.

Cantad al Señor un cántico nuevo,

porque ha hecho maravillas.

Su diestra le ha dado la victoria,

su santo brazo. R.

Retumbe el mar y cuanto contiene,

la tierra y cuantos la habitan;

aplaudan los ríos,

aclamen los montes. R.

Al Señor, que llega

para regir la tierra.

Regirá el orbe con justicia

y los pueblos con rectitud. R.

 

EVANGELIO
Has sido fiel en lo poco, pasa al banquete de tu Señor.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 25, 14-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:

«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó.

El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.

En cambio, el que recibió uno fue a hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.

Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos.

Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:

«Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco».

Su señor le dijo:

«Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor.»

Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:

«Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos».

Su señor le dijo:

«¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”.

Se acercó también el que había recibido un talento y dijo:

«Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo».

El señor le respondió:

«Eres un siervo negligente y holgazán. ¿Con que sabias que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese siervo inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y rechinar de dientes»».

Palabra del Señor.

Viernes de la vigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario.

01/09/2017
PRIMERA LECTURA
Esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4, 1-8

Hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús:

Ya habéis aprendido de nosotros cómo comportarse para agradar a Dios; pues comportaos así y seguid adelante.

Ya conocéis las instrucciones que os dimos, en nombre del Señor Jesús.

Esto es la voluntad de Dios: vuestra santificación, que os apartéis de la impureza, que cada uno de vosotros trate su cuerpo con santidad y respeto, no dominado por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios.

Y que en este asunto nadie pase por encima de su hermano ni se aproveche con engaño, porque el Señor venga todo esto, como ya os dijimos y aseguramos: Dios no nos ha llamado a una vida impura, sino santa. Por tanto, quien esto desprecia, no desprecia a un hombre, sino a Dios, que os ha dado su Espíritu Santo.

Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL 96, 1 y 2b. 5-6. 10. 11-12
R. Alegraos, justos, con el Señor.

El Señor reina, la tierra goza,

se alegran las islas innumerables.

Justicia y derecho sostienen su trono. R.

Los montes se derriten como cera ante el Señor,

ante el Señor de toda la tierra;

los cielos pregonan su justicia,

y todos los pueblos contemplan su gloria. R.

Odiad el mal los que amáis al Señor:

él protege la vida de sus fieles

y los libra de los malvados. R.

Amanece la luz para el justo,

y la alegría para los rectos de corazón.

Alegraos, justos, con el Señor,

celebrad su santo nombre. R.

 

EVANGELIO
¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 25, 1-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:

«El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo.

Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes.

Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas.

El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.

A medianoche se oyó una voz:

“¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”.

Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas.

Y las necias dijeron a las prudentes:

«Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas».

Pero las prudentes contestaron:

«Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis».

Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta.

Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo:

«Señor, señor, ábrenos».

Pero él respondió:

«En verdad os digo que no os conozco».

Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora».

Palabra del Señor.

Sábado de la novena semana de Tiempo Ordinario.

10/06/2017
PRIMERA LECTURA

Ahora alabad al Señor; yo subo a Dios
Lectura del libro de Tobías 12, 1. 5-15. 20

En aquellos días, Tobit llamó a Tobías y le advirtió:

«Hijo, ocúpate de pagar al hombre que te ha acompañado. Añade algo a la paga convenida».

Así pues, Tobías lo llamó y le dijo:

«Recibe como paga la mitad de todo lo que has traído y vete en paz».

Entonces Rafael llamó aparte a los dos y les dijo:

«Alabad a Dios y dadle gracias ante todos los vivientes por los beneficios que os ha concedido ; así todos cantarán y alabarán su nombre. Proclamad a todo el mundo las gloriosas acciones de Dios y no descuidéis darle gracias. Es bueno guardar el secreto del rey, pero las gloriosas acciones de Dios hay que manifestarlas en público. Practicad el bien, y no os atrapará el mal. Más vale la oración sincera y la limosna hecha con rectitud que la riqueza lograda con injusticia. Más vale dar limosna que amontonar oro. La limosna libra de la muerte y purifica del pecado. Los que dan limosna vivirán largos años, mientras que los pecadores y malhechores atentan contra su propia vida.

Os voy a decir toda la verdad, sin ocultaros nada. Os he dicho que es bueno guardar el secreto del rey y manifestar en público las gloriosas acciones de Dios. Pues bien, cuando tú y Sara orabais, era yo quien presentaba el memorial de vuestras oraciones ante la gloria del Señor, y lo mismo cuando enterrabas a los muertos. El día en que te levantaste enseguida de la mesa, sin comer, para dar sepultura a un cadáver, Dios me había enviado para someterte a prueba. También ahora me ha enviado Dios para curaros a ti y a tu nuera Sara. Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están al servicio del Señor y tienen acceso a la gloria de su presencia.

Ahora pues, alabad al Señor en la tierra, dadle gracias. Yo subo al que me ha enviado. Poned por escrito todo lo que os ha sucedido».

El ángel se elevó.

Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL Tb 13, 2. 7. 8abc. 8defg
R. Bendito sea Dios, que vive eternamente.

Él azota y se compadece,
hunde hasta el abismo y saca de él,
y no hay quien escape de su mano. R.

Veréis lo que hará con vosotros,
le daréis gracias a boca llena.
Bendeciréis al Señor de la justicia
y ensalzaréis al rey de los siglos. R.

Yo le doy gracias en mi cautiverio,
anuncio su grandeza y su poder
a un pueblo pecador. R.

Convertíos, pecadores,
obrad rectamente en su presencia:
quizá os mostrará benevolencia
y tendrá compasión. R.

 

EVANGELIO
Esta viuda pobre ha echado más que nadie
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 12, 38-44

En aquel tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo:

«¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en las plazas, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, y aparentan hacer largas oraciones. Éstos recibirán una condenación más rigurosa».

Estando Jesús sentado enfrente del tesoro del templo, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban mucho; se acercó una viuda pobre y echó dos monedillas, es decir, un cuadrante.

Llamando a sus discípulos, les dijo:

«En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero esta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».

Palabra del Señor.

Viernes de la novena semana de Tiempo Ordinario.

09/06/2017
PRIMERA LECTURA

Tras el castigo, Dios se ha apiadado, y ahora veo a mi hijo
Lectura del libro de Tobías 11, 5-18

En aquellos días, Ana estaba sentada, con la mirada puesta en el camino por donde debía volver su hijo. Cuando lo divisó de lejos, dijo al padre:

«Mira, ahí llega tu hijo con el hombre que lo acompañaba».

Rafael dijo a Tobías, antes de llegar a su padre:

«Estoy seguro de que tu padre recuperará la vista. Úntale los ojos con la hiel del pez; el remedio hará que las manchas blancas se contraigan y se desprendan. Tu padre recobrará la vista y verá la luz».

Ana acudió corriendo y se abrazó al cuello de su hijo, mientras decía:

«Ya te he visto, hijo. Ya puedo morir».

Y rompió a llorar.

Tobit se levantó y, tropezando, atravesó la puerta del patio. Tobías corrió hasta él con la hiel del pez en la mano; le sopló en los ojos, lo tomó de la mano y le dijo:

«Ánimo, padre!».

Tomó el remedio y se lo aplicó. Luego, con ambas manos, le quitó como unas pielecillas de los ojos. Tobit se echó al cuello de su hijo y gritó entre lágrimas:

«Te veo, hijo, luz de mis ojos».

Y añadió:

«Bendito sea Dios y bendito sea su gran nombre; benditos todos sus santos ángeles.

Que su gran nombre nos proteja. Bendito por siempre todos los ángeles. Tras el castigo se ha apiadado, y ahora veo a mi hijo Tobías».

Tobías entró en casa lleno de gozo y alabando a Dios con voz potente. Después contó a su padre lo bien que le había ido en el viaje: traía el dinero y se había casado con Sara, la hija de Raquel. Y agregó:

«Estará a punto de llegar, casi a la puerta de Nínive».

Tobit, alegre y alabando a Dios, salió hacia las puertas de Nínive, al encuentro de su nuera. La gente de Nínive quedaba estupefacta al verlo caminar con paso firme y sin ayuda de nadie. Él proclamaba ante ellos que Dios, en su misericordia, le había devuelto la vista.

Cuando se encontró con Sara, la mujer de su hijo, lea bendijo con estas palabras:

«¡Bienvenida seas, hija! Bendito sea tu Dios, que te ha traído a nuestra casa. Que él bendiga a tu padre, a mi hijo y a ti hija mía. Entra en esta tu casa con salud, bendición y alegría. Entra, hija».

Aquel fue un día de fiesta para todos los judíos de Nínive.

Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL 145, 1b-2. 6c-7. 8-9a. 9bc-10
R. Alaba, alma mía, al Señor.

Alaba, alma mía, al Señor:
alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista. R.

El Señor, mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R.

El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos. R.

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R.

 

EVANGELIO
¿Cómo dicen que el Mesías es hijo de David?
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 12, 35-37

En aquel tiempo, mientras enseñaba en el templo, Jesús preguntó:

«¿Cómo dicen los escribas que el Mesías es hijo de David? El mismo David, movido por el Espíritu Santo, dice:

«Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies».

Si el mismo David lo llama Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo?»

Una muchedumbre numerosa le escuchaba a gusto.

Palabra del Señor.