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Lectura del día – Evangelio – Santo del día

Jueves de la vigésima quinta semana de Tiempo Ordinario.

22-9-2016

PRIMERA LECTURA
Nada hay nuevo bajo el sol

Lectura del libro del Eclesiastés 1, 2-11

¡Vanidad de vanidades! – dice Qohelet – ¡Vanidad de vanidades; todo es vanidad!

¿Qué saca el hombre de todas los afanes con que se afana bajo el sol?

Una generación se va, otra generación viene, pero la tierra siempre permanece.

Sale el sol, se pone el sol, se afana por llegar a su puesto, y de allí vuelve a salir. Sopla hacia el sur, gira al norte, gira que te gira el viento, y vuelve el viento a girar.

Todos los ríos se encaminan al mar, y el mar nunca se llena; pero siempre se encaminan los ríos al mismo sitio.

Todas las cosas cansan y nadie es capaz de explicarlas. No se sacian los ojos de ver ni se hartan los oídos de oír.

Lo que pasó volverá a pasar; lo que ocurrió volverá a ocurrir: nada hay nuevo bajo el sol.

De algunas cosas se dice:«Mira, esto es nuevo». Sin embargo, ya sucedió en otros tiempos mucho antes de nosotros.

Nadie se acuerda de los antiguos, y lo mismo pasará con los que vengan: sus sucesores no se acordarán de ellos.

 Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 89, 3-4. 5-6. 12-13. 14 y 17
R. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

Tú reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán».
Mil años en tu presencia son un ayer que pasó;
una vela nocturna. R.

Los siembras año por año,
como hierba que se renueva:
que florece y se renueva por la mañana,
y por la tarde la siegan y se seca. R.

Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos. R.

Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos.
Sí, haga prósperas las obras de nuestras manos. R.

 EVANGELIO
A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 7-9

En aquel tiempo, el tetrarca Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros en cambio, que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.

Herodes se decía:

«A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?».

Y tenía ganas de verlo.

 Palabra del Señor.

Miércoles de la vigésima quinta semana de Tiempo Ordinario. San Mateo Apóstol.

21-9-2016

PRIMERA LECTURA
Él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, evangelizadores-

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4, 1-7. 11-13

Hermanos:

Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados.

Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobre llevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vinculo de la paz.

Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo.

A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo.

Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud.

 Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 18, 2-3. 4-5 
R. A toda la tierra alcanza su pregón.

El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R.

Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.

 EVANGELIO
Sígueme. Él se levantó y lo siguió

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 9, 9-13

En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:

«Sígueme».

Él se levantó y lo siguió.

Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos.

Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos:

«¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?»

Jesús lo oyó y dijo:

«No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos.

Andad, aprended lo que significa «misericordia quiero y no sacrificios»: que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores».

 Palabra del Señor.

Martes de la vigésima quinta semana de Tiempo Ordinario.

20-9-2016

PRIMERA LECTURA
Sentencias diversas

Proverbios 21, 1-6. 10-13

El corazón del rey es una acequia que el Señor canaliza adonde quiere.

El hombre juzga recto su camino, pero el Señor pesa los corazones.

Practicar el derecho y la justicia el Señor lo prefiere a los sacrificios.

Ojos altivos, corazón ambicioso; faro de los malvados es el pecado.

Los planes del diligente traen ganancia, los del atolondrado, indigencia.

Tesoros ganados con boca embustera, humo que se disipa y trampa mortal.

El malvado se afana en el mal, nunca se apiada del prójimo.

Castigas al cínico y aprende el inexperto, pero el sabio aprende oyendo la lección.

El honrado observa la casa del malvado y ve cómo se hunde en la desgracia.

Quien cierra los oídos al clamor del pobre no será escuchado cuando grite.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 118, 1. 27. 30. 34. 35. 44 
R. Guíame, Señor, por la senda de tus mandatos.

Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la ley del Señor. R.

Instrúyeme en el camino de tus decretos,
y meditaré tus maravillas. R.

Escogí el camino verdadero,
deseé tus mandamientos. R.

Enséñame a cumplir tu voluntad
y a guardarla de todo corazón. R.

Guíame por la senda de tus mandatos,
porque ella es mi gozo. R.

Cumpliré sin cesar tu voluntad,
por siempre jamás. R.

 EVANGELIO
Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por obra

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 8, l9-21

En aquel tiempo, vinieron a ver a Jesús su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar hasta él.

Entonces lo avisaron:

«Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte».

Él respondió diciéndoles:

«Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».

 Palabra del Señor.

Lunes de la vigésima quinta semana de Tiempo Ordinario.

19-9-2016

PRIMERA LECTURA
El Señor detesta al perverso

Lectura del libro de los Proverbios 3, 27-34

Hijo mío:

No niegues un favor a quien lo necesita, si está en tu mano concedérselo.

Si tienes, no digas al prójimo: «Anda, vete; mañana te lo daré».

No trames daños contra tu prójimo, mientras vive confiado contigo a tu lado; no pleitees con nadie sin motivo, si no te ha hecho daño alguno; no envidies al hombre violento, ni trates de imitar su conducta, porque el Señor detesta al perverso y pone su confianza en los honrados; el Señor maldice la casa del malvado y bendice la morada del justo; el Señor se burla de los burlones y concede su gracia a los humildes.

 Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 14, 2-3ab. 3cd-4ab. 5 
R. El justo habite en tu monte santo, Señor.

El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua. R.

El que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino.
El que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor. R.

El que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará. R.

EVANGELIO
El candil se pone en el candelero para que los que entran tengan luz

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 8, 16-18

En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:

-«Nadie que ha encendido una lámpara, la tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama, sino que la pone en el candelero para que los que entran tengan luz.

Pues nada hay oculto que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a saberse y hacerse público.

Mirad, pues, cómo oís, pues al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener».

 Palabra del Señor.