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Lectura del día – Evangelio – Santo del día

Viernes de la vigésima segunda semana de Tiempo Ordinario.

2-9-2016

PRIMERA LECTURA
El Señor pondrá al descubierto los designios del corazón

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 4, 1-5

Hermanos:

Que la gente solo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora, lo que se busca en los administradores es que sean fiel. Para mi, lo de menos es que me pidáis cuentas vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el Señor.

Así, pues, no juzguéis antes de tiempo, dejad que venga el Señor. Él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá de Dios lo que merece.

 Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 36, 3-4. 5-6. 27-28. 39-40 
R. El Señor es quien salva a los justos.

Confía en el Señor y haz el bien,
habita tu tierra y reposarás en ella en fidelidad;
sea el Señor tu delicia,
y él te dará lo que pide tu corazón. R.

Encomienda tu camino al Señor,
confía en él, y él actuará:
hará tu justicia como el amanecer,
tu derecho como el mediodía. R.

Apártate del mal y haz el bien,
y siempre tendrás una casa;
porque el Señor ama la justicia
y no abandona a sus fieles.
Los inicuos son exterminados,
la estirpe de los malvados se extinguirá. R.

El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra,
los libra de los malvados y los salva
porque se acogen a él. R.

 EVANGELIO
Les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 5, 33-39

En aquel tiempo, los fariseos y los escribas dijeron a Jesús:

«Los discípulos de Juan ayunan a menudo y oran, y los de los fariseos también; en cambio, los tuyos, a comer y a beber».

Jesús les dijo:

-«¿Acaso podéis hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, entonces ayunarán en aquellos días».

Les dijo también una parábola:

«Nadie recorta una pieza de un manto nuevo para ponérsela a un manto viejo; porque, si lo hace, el nuevo se rompe y al viejo no le cuadra la pieza del nuevo.

Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque , si lo hace, el vino nuevo reventará los odres y se derramará, y los odres se estropearán.

A vino nuevo, odres nuevos.

Nadie que cate vino añejo quiere del nuevo, pues dirá: » El añejo es mejor»».

 Palabra del Señor.

Jueves de la vigésima segunda semana de Tiempo Ordinario.

1-9-2016

PRIMERA LECTURA
Todo es vuestro, vosotros de Cristo y Cristo de Dios

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 3, 18-23

Hermanos:

Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio.

Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está escrito: «Él caza a los sabios en su astucia». Y también: «El Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoce que son vanos».

Así, pues, que nadie se gloríe en los hombres, pues todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.

 Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 23, 1-2. 3-4ab. 5-6 
R. Del Señor es la tierra y cuanto la llena.

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R.

Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Esta es la generación que busca al Señor,
que busca tu rostro, Dios de Jacob. R.

 EVANGELIO
Dejándolo todo, lo siguieron

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 5, 1-11

En aquel tiempo, la gente se agolpaba en torno a Jesús para oír la palabra de Dios. Estando él de pie junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores habían desembarcado, estaban lavando las redes.

Subiendo a una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.

Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:

-«Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca».

Respondió Simón y dijo:

«Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes».

Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo:

«Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador».

Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.

Jesús dijo a Simón:

-«No temas; desde ahora serás pescador de hombres».

Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

 Palabra del Señor.

Lunes de la decimoctava semana de Tiempo Ordinario.

1-8-2016 

PRIMERA LECTURA

Jananías, el Señor no te ha enviado, y tú has inducido al pueblo a una falsa confianza

Lectura del libro de Jeremías 28, 1-17

El mismo año, el año cuarto de Sedecías, rey de Judá, el quinto mes, Jananías, hijo de Azur, profeta de Gabaón, me dijo en el templo, en presencia de los sacerdotes y de toda el pueblo:

-«Esto dice el Señor del universo, Dios de Israel: «He roto el yugo del rey de Babilonia. Antes de dos años devolveré a este lugar el ajuar del templo, que Nabucodonosor, rey de Babilonia, tomó de este lugar para llevárselo a Babilonia. A Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y a todos los desterrados de Judá que marcharon a Babilonia, yo mismo los haré volver a este lugar – oráculo del Señor – cuando rompa el yugo del rey de Babilonia»».

El profeta Jeremías respondió al profeta Jananías delante de los sacerdotes y de toda la gente que estaba en el templo.

Le dijo así el profeta Jeremías:

-«¡Así sea; así lo haga el Señor! Que el Señor confirme la palabra que has profetizado y devuelva de Babilonia a este lugar el ajuar del templo y a todos los que están allí desterrados. Pero escucha la palabra que voy a pronunciar en tu presencia y ante toda la gente aquí reunida: Los profetas que nos precedieron a ti y a mi, desde tiempos antiguos, profetizaron a países numerosos y a reyes poderosos guerras, calamidades y pestes. Si un profeta profetizaba prosperidad, sólo era reconocido como profeta auténtico enviado por el Señor cuando se cumplía su palabra».

Entonces Jananías arrancó el yugo del cuello del profeta Jeremías y lo rompió.

Después dijo Jaranías a todos los presentes:

-«Esto dice el Señor: «De este modo romperé del cuello de todas las naciones el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, antes de dos años»».

El profeta Jeremías se marchó.

Vino la palabra del Señor a Jeremías después de que Jananías hubo roto el yugo del cuello del profeta Jeremías.

El Señor le dijo:

-«Ve y dile a Jananías: «Esto dice el Señor: Tú has roto un yugo de madera, pero yo haré un yugo de hierro. Porque esto dice el Señor del universo, Dios de Israel: Pondré yugo de hierro al cuello de todas estas naciones para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y se le sometan. Le entregaré hasta los animales salvajes»».

El profeta Jeremías dijo al profeta Jananías:

-«Escúchame, Jananías: el Señor no te ha enviado, y tú has inducido a este pueblo a una falsa confianza. Por tanto, esto dice el Señor: «Voy hacerte desaparecer de la tierra; este año morirás porque has predicado rebelión contra el Señor” ».

Y el profeta Jananías murió aquel mismo año, el séptimo mes.

 Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 118, 29. 43. 79. 80. 95. 102 

R. Instrúyeme, Señor, en tus decretos.

Apártame del camino falso,
y dame la gracia de tu ley. R.

No quites de mi boca las palabras sinceras,
porque yo espero en tus mandamientos. R.

Vuelvan a mi los que te temen
y hacen caso de tus preceptos. R.

Sea mi corazón perfecto en tus decretos,
así no quedaré avergonzado. R.

Los malvados me esperaban para perderme,
pero yo meditaba tus preceptos. R.

No me aparto de tus mandamientos,
porque tú me has instruido. R.

  EVANGELIO
Alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición y dio los panes a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 14, 13-21

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, se marchó de allí en barca, a solas, a un lugar desierto. Cuando la gente lo supo, lo siguió por tierra desde los poblados.

Al desembarcar vio Jesús una multitud, se compadeció de ella y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle:

-«Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer».

Jesús les replicó:

-«No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer.»

Ellos le replicaron:

-«Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces».

Les dijo:

-«Traédmelos».

Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos y se saciaron y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

 Palabra del Señor.

Martes de la decimoctava semana de Tiempo Ordinario.

2-8-2016

PRIMERA LECTURA

Por todos tus numerosos pecados te he tratado de ese modo. Cambiaré la suerte de las tiendas de Jacob

Lectura del libro de Jeremías 30, 1-2. 12-15. 18-22

Palabra que recibió Jeremías de parte del Señor:

«Esto dice el Señor, Dios de Israel:

«Escribe en un libro todas las palabras que he dicho.

«Tu fractura es incurable, tu herida está infectada; tu llaga no tiene remedio, no hay medicina que la cierre.

Tus amantes te han olvidado, ya no preguntan por ti, pues te herí como un enemigo, te di un escarmiento cruel.

Y todo por tus muchos crímenes, por la gran cantidad de tus pecados.

¿Por qué gritas por tu herida? Tu llaga es incurable. Por tantos y tantos crímenes, por todos los numerosos pecados te he tratado de ese modo”.

Pero esto dice el Señor:

«Cambiaré la suerte de las tiendas de Jacob, voy a compadecerme de sus moradas; reconstruirán la ciudad sobre sus ruinas, su palacio se asentará en su puesto.

De allí saldrán alabanzas, voces con aire de fiesta.

Haré que crezcan y no mengüen, que sea reconocida su importancia, que no sean despreciados.

Serán sus hijos como antaño, su asamblea, estable en mi presencia; yo castigaré a sus opresores.

De entre ellos surgirá un príncipe, su gobernante saldrá de entre ellos; lo acercaré y estará junto a mí, pues, ¿quién arriesgará su vida por ponerse cerca de mí? – oráculo del Señor -.

Y vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios»».

 Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 101, 16-18. 19-21. 29 y 22-23 

R. El Señor reconstruyó Sión, y apareció en su gloria

Los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión,
y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones. R.

Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte. R.

Los hijos de tus siervos vivirán seguros,
su linaje durará en tu presencia.
Para anunciar en Sión el nombre del Señor,
y su alabanza en Jerusalén,
cuando se reúnan unánimes los pueblos
y los reyes para dar culto al Señor. R.

 EVANGELIO
Mándame ir hacia ti sobre el agua

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 14, 22-36

Después que la gente se hubo saciado, enseguida Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.

Y después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo.

Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. A la cuarta vela de la noche se les acercó Jesús andando sobre el mar. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.

Jesús les dijo enseguida:

-«¡ Ánimo, soy yo, no tengáis miedo! ».

Pedro le contestó:

-«Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti sobre el agua».

Él le dijo:

-«Ven».

Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:

-«Señor, sálvame».

Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo:

-«¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?».

En cuanto subieron a la barca amainó el viento.

Los de la barca se postraron ante él, diciendo:

-«Realmente eres Hijo de Dios».

Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret. Y los hombres de aquel lugar apenas lo reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y trajeron a todos los enfermos.

Le pedían tocar siquiera la orla de su manto. Y cuantos la tocaban quedaban curados.

 Palabra del Señor.