Martes de la décima semana de Tiempo Ordinario.

08/06/2021

PRIMERA LECTURA
Jesús no fue primero sí y no, sino que en él solo hubo sí.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 18-22
Hermanos:
¡Dios me es testigo!
La palabra que os dirigimos no es sí y no.
Pues el Hijo de Dios, Jesucristo, que fue anunciado entre vosotros por mí, por Silvano y por Timoteo, no fue si y no, sino que en él solo hubo sí. Pues todas las promesas de Dios han alcanzado su sí en el. Así por medio de él, decimos nuestro “Amén” a Dios, para gloria suya a través de nosotros.
Es Dios quien nos confirma en Cristo a nosotros junto con vosotros; y además nos ungió, nos selló y ha puesto su Espíritu como prenda en nuestros corazones.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 118, 129. 130. 131. 132. 133. 135
R. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo.
Tus preceptos son admirables,
por eso los guarda mi alma. R.
La explicación de tus palabras ilumina,
da inteligencia a los ignorantes. R.
Abro la boca y respiro,
ansiando tus mandamientos. R.
Vuélvete a mí y ten misericordia,
como es tu norma con los que aman tu nombre. R.
Asegura mis pasos con tu promesa,
que ninguna maldad me domine. R.
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
enséñame tus leyes. R.

Aleluya Mt 5, 16
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Brille así vuestra luz ante los hombres,
para que vean vuestras buenas obras
y den gloria a vuestro Padre. R.

EVANGELIO
Vosotros sois la luz del mundo.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 13-18
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?
No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos».
Palabra del Señor.

Lunes de la décima semana de Tiempo Ordinario.

07/06/2021

PRIMERA LECTURA
Dios nos consuela hasta el punto de poder consolar nosotros a los demás en la lucha.
Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 1-7
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, y Timoteo, el hermano, a la Iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que residen en Acaya: gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo, que nos consuela en cualquier tribulación nuestra hasta el punto de poder consolar nosotros a los demás en cualquier lucha, mediante el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios!
Porque lo mismo que abundan en nosotros los sufrimientos de Cristo, abunda también nuestro consuelo gracias a Cristo.
De hecho si pasamos tribulaciones, es para vuestro consuelo y salvación; si somos consolados, es para vuestro consuelo que os da la capacidad de aguantar los mismos sufrimientos que padecemos nosotros.
Nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos si compartís los sufrimientos, también compartiréis el consuelo.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
R. Gustad y ved qué bueno es el Señor.
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloria en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escucha y lo salva de sus angustias. R.
El ángel del Señor acampa en torno a quienes lo temen
y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R.

Aleluya Mt 5, 12a
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Alegraos y regocijaos,
porque vuestra recompensa será grande en el cielo. R.

EVANGELIO
Bienaventurados los pobres de espíritu.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 1-12
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier moco por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros».
Palabra del Señor.

Domingo de la décima semana de Tiempo Ordinario. Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.

06/06/2021

PRIMERA LECTURA
Ésta es la sangre de la alianza que el Señor ha concertado con vosotros.
Lectura del libro del Éxodo 24, 3-8
En aquellos días, Moisés bajó y contó al pueblo todas las palabras del Señor y todos sus decretos; y el pueblo contestó con voz unánime:
«Cumpliremos todas las palabras que ha dicho el Señor».
Moisés escribió todas las palabras del Señor. Se levantó temprano y edificó un altar en la falda del monte, y doce estelas, por las doce tribus de Israel. Y mandó a algunos jóvenes de los hijos de Israel ofrecer al Señor holocaustos e inmolar novillos como sacrificios de comunión. Tomó Moisés la mitad de la sangre y la puso en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar. Después, tomó el documento de la alianza y se lo leyó en alta voz al pueblo, el cual respondió:
«Haremos todo lo que ha dicho el Señor y le obedeceremos».
Entonces Moisés tomó la sangre y roció al pueblo, diciendo:
«Esta es la sangre de la afianza que el Señor ha concertado con vosotros, de acuerdo con todas estas palabras».
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 115, 12-13. 15 -16. 17-18
R. Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor.
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando el nombre del Señor. R.
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo,
hijo de tu esclava;
rompiste mis cadenas. R.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo. R.

SEGUNDA LECTURA
La sangre de Cristo podrá purificar nuestra conciencia.
Lectura de la carta a los Hebreos 9, 11-15
Hermanos:
Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos. Su «tienda» es más grande y más perfecto: no hecha por manos de hombre, es decir, no de este mundo creado.
No lleva sangre de machos cabríos, ni de becerros, sino la suya propia; y así ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación eterna.
Si la sangre de machos cabríos y de toros, y la ceniza de una becerra, santifican con su aspersión a los profanos, devolviéndoles la pureza externa, ¡cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, para que demos culto al Dios vivo.
Por esa razón, es mediador de una alianza nueva: en ella ha habido una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza; y así los llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna.
Palabra de Dios.

Aleluya Jn 6, 51
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo – dice el Señor -;
el que coma de este pan vivirá para siempre. R.

EVANGELIO
Esto es mi cuerpo. Ésta es mi sangre.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 14, 12-16. 22-26
El primer día de los Ácimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos:
«¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?»
Él envió a dos discípulos, diciéndoles:
«ld a la ciudad, os saldrá al paso un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo y, en la casa en que entre, decidle al dueño: «El Maestro pregunta: ¿Cuál es la habitación donde voy a comer la Pascua con mis discípulos?»
Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, acondicionada y dispuesta. Preparádnosla allí»
Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la Pascua.
Mientras comían, tomó pan y, pronunciando la bendición, lo partió y se lo dio diciendo:
«Tomad, esto es mi cuerpo.»
Después, tomó el cáliz, pronunció la acción de gracias, se lo dio y todos bebieron.
Y les dijo:
«Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. En verdad os digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios».
Después de cantar el himno, salieron para el monte de los Olivos.
Palabra del Señor.

Sábado de la novena semana de Tiempo Ordinario.

05/06/2021

PRIMERA LECTURA
Ahora alabad al Señor; yo subo a Dios.
Lectura del libro de Tobías 12, 1. 5-15. 20
En aquellos días, Tobit llamó a Tobías y le advirtió:
«Hijo, ocúpate de pagar al hombre que te ha acompañado. Añade algo a la paga convenida».
Así pues, Tobías lo llamó y le dijo:
«Recibe como paga la mitad de todo lo que has traído y vete en paz».
Entonces Rafael llamó aparte a los dos y les dijo:
«Alabad a Dios y dadle gracias ante todos los vivientes por los beneficios que os ha concedido; así todos cantarán y alabarán su nombre. Proclamad a todo el mundo las gloriosas acciones de Dios y no descuidéis darle gracias. Es bueno guardar el secreto del rey, pero las gloriosas acciones de Dios hay que manifestarlas en público. Practicad el bien, y no os atrapará el mal. Más vale la oración sincera y la limosna hecha con rectitud que la riqueza lograda con injusticia. Más vale dar limosna que amontonar oro. La limosna libra de la muerte y purifica del pecado. Los que dan limosna vivirán largos años, mientras que los pecadores y malhechores atentan contra su propia vida.
Os voy a decir toda la verdad, sin ocultaros nada. Os he dicho que es bueno guardar el secreto del rey y manifestar en público las gloriosas acciones de Dios. Pues bien, cuando tú y Sara orabais, era yo quien presentaba el memorial de vuestras oraciones ante la gloria del Señor, y lo mismo cuando enterrabas a los muertos. El día en que te levantaste enseguida de la mesa, sin comer, para dar sepultura a un cadáver, Dios me había enviado para someterte a prueba. También ahora me ha enviado Dios para curaros a ti y a tu nuera Sara. Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están al servicio del Señor y tienen acceso a la gloria de su presencia.
Ahora pues, alabad al Señor en la tierra, dadle gracias. Yo subo al que me ha enviado. Poned por escrito todo lo que os ha sucedido».
El ángel se elevó.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL Tb 13, 2. 7. 8abc. 8defg
R. Bendito sea Dios, que vive eternamente.
Él azota y se compadece,
hunde hasta el abismo y saca de él,
y no hay quien escape de su mano. R.
Veréis lo que hará con vosotros,
le daréis gracias a boca llena.
Bendeciréis al Señor de la justicia
y ensalzaréis al rey de los siglos. R.
Yo le doy gracias en mi cautiverio,
anuncio su grandeza y su poder
a un pueblo pecador. R.
Convertíos, pecadores,
obrad rectamente en su presencia:
quizá os mostrará benevolencia
y tendrá compasión. R.

Aleluya Mt 5,3
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos. R.

EVANGELIO
Esta viuda pobre ha echado más que nadie.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 12, 38-44
En aquel tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo:
«¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en las plazas, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, y aparentan hacer largas oraciones. Éstos recibirán una condenación más rigurosa».
Estando Jesús sentado enfrente del tesoro del templo, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban mucho; se acercó una viuda pobre y echó dos monedillas, es decir, un cuadrante.
Llamando a sus discípulos, les dijo:
«En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero esta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».
Palabra del Señor.