Viernes de la sexta semana de Tiempo Ordinario. La Cátedra del apóstol San Pedro.

22/02/2019 

PRIMERA LECTURA
Yo, presbítero con ellos, testigo de la pasión de Cristo
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 5, 1-4

Queridos hermanos:

A los presbíteros entre vosotros, yo, presbítero con ellos, testigo de la pasión de Cristo y participe de la gloria que va a revelar, os exhorto: pastoread el rebaño de Dios que tenéis a vuestro cargo, mirad por él, no a la fuerza, sino de buena gana, como Dios quiere; no por sórdida ganancia, sino con entrega generosa; no como déspotas con quienes os ha tocado en suerte, sino convirtiéndoos en modelos del rebaño.

Y, cuando aparezca el Pastor supremo, recibiréis la corona inmarcesible de la gloría.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 22, 1-3. 4. 5. 6
R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar; 
me conduce hacia fuentes tranquilas 
y repara, mis fuerzas. R.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre. 
Aunque camine por cañadas oscuras, 
nada terno, porque tú vas conmigo: 
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.

Preparas una mesa ante mí, 
enfrente de mis enemigos; 
me unges la cabeza con perfume, 
y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan 
todos los días de mi vida, 
y habitaré en la casa del Señor 
por años sin término. R.

Aleluya
R. Aleluya, aleluya, aleluya

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, 
y el poder del infierno no la derrotará. R.

EVANGELIO
Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 16, 13-19

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:

«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».

Ellos contestaron:

«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».

Él les preguntó:

«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».

Simón Pedro tomó la palabra y dijo:

«Tú eres el Mesías, el Hijo de Jesús Dios vivo»

Jesús le respondió:

«¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

Ahora yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.

Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».

Palabra del Señor.

Jueves de la sexta semana de Tiempo Ordinario.

21/02/2019 

PRIMERA LECTURA
Pondré mi arco en el cielo, como señal de mi alianza con la tierra
Lectura del libro del Génesis 9, 1-13

Dios bendijo a Noé y a sus hijos, diciéndoles:

«Sed fecundos, multiplicaos y llenad la tierra. Todos los animales de la tierra y todas las aves del cielo os temerán y respetarán; todos los reptiles del suelo y todos los peces del mar, están a vuestra disposición. Todo lo que vive y se mueve os servirá de alimento; os lo entrego, lo mismo que los vegetales.

Pero no comáis carne con sangre, que es su vida. Pediré cuentas de vuestra sangre, que es vuestra vida, se las pediré a cualquier animal. Y al hombre le pediré cuentas de la vida de su hermano.

Quien derrame la sangre de un hombre, por otro hombre será su sangre derramada; porque a imagen de Dios hizo él al hombre.

Vosotros sed fecundos y multiplicaos, moveos por la tierra y dominadla».

Dios dijo a Noé y a sus hijos:

«Yo establezco mi alianza con vosotros y con vuestros descendientes, con todos los animales que os acompañan, aves, ganados y fieras, con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra. Establezco, pues, mi alianza con vosotros: el diluvio no volverá a destruir criatura alguna ni habrá otro diluvio que devaste la tierra».

Y Dios añadió:

«Esta es la señal de la alianza que establezco con vosotros y con todo lo que vive con vosotros, para todas las generaciones: pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra».

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 101, 16-18. 19-21. 29 y 22-23
R. El Señor desde el cielo se ha fijado en la tierra.

Los gentiles temerán tu nombre, 
los reyes del mundo, tu gloria. 
Cuando el Señor reconstruya Sión, 
y aparezca en su gloria, 
y se vuelva a las súplicas de los indefensos, 
y no desprecie sus peticiones. R.

Quede esto escrito para la generación futura, 
y el pueblo que será creado alabará al Señor. 
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario, 
desde el cielo se ha fijado en la tierra, 
para escuchar los gemidos de los cautivos 
y librar a los condenados a muerte. R.

Los hijos de tus siervos vivirán seguros, 
su linaje durará en tu presencia.
Para anunciar en Sión el nombre del Señor, 
y su alabanza en Jerusalén, 
cuando se reúnan unánimes los pueblos 
y los reyes para dar culto al Señor. R.

Aleluya Cf, Jn 6, 63c. 68c
R. Aleluya, aleluya, aleluya

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida; 
tú tienes palabras de vida eterna. R.

EVANGELIO
Tú eres el Mesías. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 8, 27-33

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino, preguntó a sus discípulos:

«¿Quién dice la gente que soy yo?».

Ellos le contestaron:

«Unos, Juan el Bautista; otros, Ellas; y otros, uno de los profetas».

Él les preguntó:

«Y vosotros, ¿quién decís que soy?».

Tomando la palabra Pedro le dijo:

«Tú eres el Mesías».

Y les conminó a que no hablaran a nadie acerca de esto.

Y empezó a instruirlos:

«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser reprobado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días».

Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Pero él se volvió y, mirando a los discípulos, increpó a Pedro:

-« Ponte detrás de mí, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!».

Palabra del Señor.

Miércoles de la sexta semana de Tiempo Ordinario.

20/02/2019 

PRIMERA LECTURA
Miró y vio que la superficie del suelo estaba seca
Lectura del libro del Génesis 8, 6-13. 20-22

Pasados cuarenta días, Noé abrió el tragaluz que había hecho en el arca y soltó el cuervo, que estuvo saliendo y retornando hasta que se secó el agua en la tierra.

Después soltó la paloma, para ver si había menguado el agua sobre la superficie el suelo. Pero la paloma no encontró donde posarse y volvió al arca, porque todavía había agua sobre la superficie de toda la tierra. Él alargó su mano, la agarró y la metió consigo en el arca.

Esperó otros siete días y de nuevo soltó la paloma desde el arca. Al atardecer, la paloma volvió con una hoja verde de olivo en el pico.

Noé comprendió que el agua había menguado sobre la tierra. Esperó otros siete días, y soltó la paloma, que ya no volvió.

El año seiscientos uno, el día primero del mes primero se secó el agua en la tierra. Noé abrió la claraboya del arca, miró y vio que la superficie estaba seca.

Noé construyó un altar al Señor, tomó animales y aves de toda especie pura y los ofreció en holocausto sobre el altar.

El Señor olió el aroma que aplaca y se dijo:

«No volveré a maldecir el suelo a causa del hombre, porque la tendencia del corazón humano es mala desde la juventud. No volveré a destruir a los vivientes como acabo de hacerlo. Mientras dure la tierra no han de faltar siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche».

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 115, 12-13. 14-15. 18-19
R. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.

¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho? 
Alzaré la copa de la salvación, 
invocando su nombre. R.

Cumpliré al Señor mis votos 
en presencia de todo el pueblo. 
Mucho le cuesta al Señor 
la muerte de sus fieles. R.

Cumpliré al Señor mis votos 
en presencia de todo el pueblo, 
en el atrio de la casa del Señor, 
en medio de ti, Jerusalén. R.

Aleluya Cf. Ef 1, 17-18
R. Aleluya, aleluya, aleluya

El Padre de nuestro Señor Jesucristo
ilumine los ojos de nuestro corazón, 
para que comprendamos cuál es la esperanza
a la que nos llama. R.

EVANGELIO
El ciego estaba curado y veía todo con claridad
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 8, 22-26

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a Betsaida.

Y le trajeron a un ciego, pidiéndole que lo tocase.

Él lo sacó de la aldea, llevándolo de la mano, le untó saliva en lo ojos, le impuso las manos y le preguntó:

«¿Ves algo?».

Levantando lo ojos dijo:

«Veo hombres, me parecen árboles, pero andan».

Le puso otra vez las manos en los ojos; el hombre miró: estaba curado y veía todo con claridad.

Jesús lo mandó a casa, diciéndole que no entrase en la aldea.

Palabra del Señor.

Martes de la sexta semana de Tiempo Ordinario.

19/02/2019 

PRIMERA LECTURA
Voy a borrar de la superficie de la tierra al hombre que he hecho
Lectura del libro del Génesis 6,5-8;7,1-5.10

Al ver el Señor que la maldad del hombre crecía sobre la tierra, y que todos los pensamientos de su corazón tienden siempre y únicamente al mal, el Señor se arrepintió de haber creado al hombre en la tierra, y le pesó de corazón.

Dijo, pues, el Señor:

«Voy a borrar de la superficie de la tierra al hombre que he hecho; al hombre con los cuadrúpedos, reptiles y aves, pues me pesa de haberlos hecho».

Pero Noé obtuvo el favor del Señor.

El Señor dijo a Noé:

«Entra en el arca con toda tu familia, pues tú eres el único justo que he encontrado en tu generación. De cada animal puro toma siete parejas, macho y hembra; de los no puros, una pareja, macho y hembra; y lo mismo de los pájaros, siete parejas, macho y hembra, para que conserven la especie en la tierra.

Dentro de siete días haré llover sobre la tierra cuarenta días con sus noches, y borraré de la superficie del suelo a todos los vivientes que he hecho».

Noé hizo todo lo que le mandó el Señor.

Pasados siete días, las aguas del diluvio cubrieron la tierra.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 28, 1b y 2.3ac-4. 3b y 9c-10
R. El Señor bendice a su pueblo con la paz.

Hijos de Dios, aclamad al Señor, 
aclamad la gloria del nombre del Señor, 
postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R.

La voz del Señor sobre las aguas, 
el Señor sobre las aguas torrenciales. 
La voz del Señor es potente, 
la voz del Señor es magnífica. R.

El Dios de la gloria ha tronado. 
En su templo un grito unánime: «¡Gloria!».
El Señor se sienta sobre las aguas del diluvio, 
el Señor se sienta como rey eterno. R.

Aleluya Cf. Jn 14, 23
R. Aleluya, aleluya, aleluya

El que me ama guardará mi palabra – dice el Señor -, 
y mi Padre lo amará, y vendremos a él. R.

EVANGELIO
Evitad la levadura de los fariseos y de Herodes
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 8,14-21

En aquel tiempo, a los discípulos se les olvidó tomar pan, y no tenían más que un pan en la barca.

Y Jesús les ordenaba diciendo:

«Estad atentos, evitad la levadura de los fariseos y de Herodes».

Y discutían entre ellos sobre el hecho de que no tenían panes.

Dándose cuenta, les dijo Jesús:

«¿Por qué andáis discutiendo que no tenéis pan? ¿Aún no entendéis ni comprendéis? ¿Tenéis el corazón embotado? ¿Tenéis ojos y no veis, tenéis oídos y no oís? ¿No recordáis cuántos cestos de sobras recogisteis cuando repartí cinco panes entre cinco mil?».

Ellos contestaron:

«Doce».

«¿Y cuántas canastas de sobras recogisteis cuando repartí siete entre cuatro mil?».

Le respondieron:

«Siete».

Él les dijo:

«¿Y no acabáis de comprender?».

Palabra del Señor.