Dios esta presente en mi pobre corazón.

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Mírame Señor, no soy digno

de que entres en mi casa.

Háblame Señor, tu palabra

bastará para sanarme.

Sáname Señor, Tú conoces

cuántas luchas en mis límites,

quiero dar a luz el misterio

que descansa en mi interior.

De tu Cuerpo brota sangre y agua viva,

va cayendo suavemente en mi interior,

te recibo con asombro y me conmuevo.

Cristo vivo, Dios está presente

en mi pobre corazón.

Mírame Señor, yo no sé confiar

en medio de tormentas.

Háblame Señor, Tú me alientas

y camino sin temor.

 

Cuídame Señor, nadie más sostiene

mi vida entregada.

Te prometo, oh Dios, serte fiel

hasta la cruz y cruz de amor.

Te amaré Señor, aunque tenga

que olvidarme de mí mismo,

tomaré mi cruz,

seguiré tus pasos si mirar atrás.

Sonreiré Señor, aunque todo fracase

y quede solo,

y si estoy muy mal

tu palabra ardiente me liberará.

Lavaré Señor mis vestidos

en tu sangre de cordero.

Cantaré Señor,

y tu fuego abrasará mi corazón.

Aliviarás Señor, con el paso

de tu Cuerpo en mis entrañas.

Te bendeciré Señor, contemplando

el crecimiento que anidé.

Lecturas Domingo de la vigesimoctava semana de Tiempo Ordinario. 

14/10/2018 

PRIMERA LECTURA
Al lado de la sabiduría en nada tuve la riqueza
Lectura del libro de la Sabiduría 7, 7 11

Supliqué y me fue dada la prudencia, invoqué y vino a mí el espíritu de sabiduría.

La preferí a cetros y tronos y a su lado en nada tuve la riqueza.

No la equiparé a la piedra más preciosa, porque todo el oro ante ella es un poco de arena y junto a ella la plata es como el barro.

La quise más que a la salud y la belleza y la preferí a la misma luz, porque su resplandor no tiene ocaso.

Con ella me vinieron todos los bienes juntos, tiene en sus manos riquezas incontables.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL89, 12-13. 14-15. 16-17
R. Sácianos de tu misericordia, Señor, y estaremos alegres.

Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos. R.

Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Danos alegría, por los días en que nos afligiste,
por los años en que sufrimos desdichas. R.

Que tus siervos vean tu acción,
y sus hijos tu gloria.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos.
Sí, haga prósperas las obras de nuestras manos. R.

 

SEGUNDA LECTURA
La Palabra de Dios. juzga los deseos e intenciones del corazón
Lectura de la carta a los Hebreos 4, 12-13

La Palabra de Dios. es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo; penetra hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos; juzga los deseos e intenciones del corazón.

Nada se le oculta; todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.

Palabra de Dios.

Evangelio Domingo de la vigesimoctava semana de Tiempo Ordinario.

Aleluya Mt 5, 3
R. Aleluya, aleluya, aleluya

Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos. R.

 

EVANGELIO
Vende lo que tienes y sígueme
Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 17-30

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó:

«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?».

Jesús le contestó:

«¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre».

Él replicó:

«Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud».

Jesús se quedó mirándolo, lo amó y le dijo:

«Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego ven sígueme».

A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó triste, porque era muy rico.

Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:

«¡Qué difícil les será entrar en el reino de Dios a los que tienen riquezas!»

Los discípulos quedaron sorprendidos de estas palabras. Peros Jesús añadió:

«Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios».

Ellos se espantaron y comentaban:

«Entonces, ¿quién puede salvarse?».

Jesús se les quedó mirando. y les dijo:

«Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo».

Pedro se puso a decirle:

«Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido».

Jesús dijo:

«En verdad os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, que no reciba ahora, en este tiempo, cien veces más – casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones – y en la edad futura, vida eterna».

Palabra del Señor.

Lunes de la vigesimonovena semana de Tiempo Ordinario. 

22/10/2018 

PRIMERA LECTURA
Nos ha hecho vivir con Cristo y nos ha sentado en el cielo con él
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 2, 1-10

Hermanos:

Un tiempo estabais muertos por vuestros culpas y pecados, cuando seguíais el proceder de este mundo, según el príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora actúa en los rebeldes contra Dios. Como ellos, también nosotros vivíamos en el pasado siguiendo las tendencias de la carne, obedeciendo los impulsos del instinto y de la imaginación; y, por naturaleza, estábamos destinados a la ira, como los demás. Pero Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho revivir con Cristo – estáis salvados por pura gracia -, nos ha resucitado con Cristo Jesús, nos ha sentado en el cielo con él, para revelar en los tiempos venideros la inmensa riqueza de su gracia, mediante su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.

En efecto, por gracia estáis salvados, mediante la fe. Y esto no viene de vosotros: es don de Dios. Tampoco viene de las obras, para que nadie pueda presumir. Somos, pues, obra suya. Dios nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas obras, que de antemano dispuso él que practicásemos.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL99,2. 3. 4. 5
R. El Señor nos hizo y somos suyos.

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R.

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R.

Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre. R.

El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades. R.

Aleluya Mt 5, 3
R. Aleluya, aleluya, aleluya

Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos. R.

 

EVANGELIO
¿De quién será lo que has preparado?
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 13-21

En aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús:

«Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia».

Él le dijo:

«Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?».

Y les dijo:

«Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes».

Y les propuso una parábola:

«Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos, diciéndose:

«¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha».

Y se dijo:

«Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente».

Pero Dios le dijo:

«Necio, esta noche te van a reclamar el alma, ¿de quién será lo que has preparado?»

Así es el que atesora para sí y no es rico ante Dios».

Palabra del Señor