Viernes de la primera semana de Adviento. La Inmaculada Concepción de la Virgen María. 

08/12/2017 
PRIMERA LECTURA
Pongo hostilidad entre tu descendencia y la descendencia de la mujer
Lectura del libro del Génesis 3, 9-15. 20

Después de comer Adán del árbol, el Señor Dios lo llamó y le dijo:

«¿Dónde estás?».

Él contestó:

«Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí».

El Señor Dios le replicó:

«¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿es que has comido del árbol del que te prohibí comer?».

Adán respondió:

«La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y comí».

El Señor Dios dijo a la mujer:

«¿Qué has hecho?».

La mujer respondió:

«La serpiente me sedujo y comí».

El Señor Dios dijo a la serpiente:

«Por haber hecho eso, maldita tú entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia; ella te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón».

Adán llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 97, 1. 2-3ab. 3c-4
R. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R.

 SEGUNDA LECTURA
Dios nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 3-6. 11-12

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido Cristo con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos.

Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor.

Él nos ha destinado por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, a ser sus hijos, para alabanza de la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en el Amado.

En él hemos heredado también, los que ya estábamos destinados por decisión del que lo hace todo según su voluntad, para que seamos alabanza de su gloria quienes antes esperábamos en el Mesías.

Palabra de Dios.

Aleluya Cf. Lc 1, 28. 42
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

  1. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo,
    bendita tú entre las mujeres. R.

 EVANGELIO
Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1.26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.

El ángel, entrando en su presencia, dijo:

«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».

Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo:

«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».

Y María dijo al ángel:

«¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?».

El ángel le contestó:

«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible».

María contestó:

«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».

Y el ángel se retiró.

Palabra del Señor.

Jueves de la primera semana de Adviento. 

07/12/2017 
PRIMERA LECTURA
Que entre un pueblo justo, que observa la lealtad
Lectura del libro de Isaías 26,1-6

Aquel día, se cantará este canto en la tierra de Judá:

«Tenemos una ciudad fuerte, ha puesto para salvarla murallas y baluartes:

Abrid las puertas para que entre un pueblo justo, que observa la lealtad; su ánimo está firme y mantiene la paz, porque confía en ti.

Confiad siempre en el Señor, porque el Señor es la Roca perpetua. Doblegó a los habitantes de la altura, a la ciudad elevada; la abatirá, la abatirá hasta el suelo, hasta tocar el polvo.

La pisarán los pies, los pies del oprimido, los pasos de los pobres».

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 117, 1 y 8-9. 19-21. 25-27a
R. Bendito el que viene en nombre del Señor.

Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los hombres,
mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los jefes. R.

Abridme las puertas de la salvación,
y entraré para dar gracias al Señor.
Esta es la puerta del Señor:
los vencedores entrarán por ella.
Te doy gracias porque me escuchaste
y fuiste mi salvación. R.

Señor, danos la salvación;
Señor, danos prosperidad.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es Dios, él nos ilumina. R.

Aleluya Is 55, 6
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

  1. Buscad al Señor mientras se deja encontrar,
    invocadlo mientras está cerca. R.

EVANGELIO
El que hace la voluntad del Padre entrará en el reino de los cielos
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 7, 21. 24-27

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«No todo el que me dice «Señor, Señor» entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.

El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se derrumbó. Y su ruina fue grande».

Palabra del Señor.