Evangelio Domingo de la vigesimonovena semana de Tiempo Ordinario.

Aleluya Flp 2, 15d. 16a
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

  1. Brilláis como lumbreras del mundo,
    manteniendo firme la palabra de la vida. R

 

EVANGELIO
Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 22, 15-21

En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron algunos discípulos suyos, con unos herodianos, y le dijeron:

«Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad, sin que te importe nadie, porque no te fijas en apariencias. Dinos, pues, qué opinas: ¿es licito pagar impuesto al César o no?».

Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús:

«Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto».

Le presentaron un denario. Él les preguntó:

«¿De quién son esta imagen y esta inscripción?».

Le respondieron:

«Del César».

Entonces les replicó:

«Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios».

Palabra del Señor.

Como Tú, quiero darme a Ti por los demás

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Si tu eres la luz que todo lo ilumina,
has que sea luz para iluminar como tu.
Muéstrame el camino que conduce a la vida
y conviérteme en la senda de los que andan perdidos
y enciende en mí un fuego que arda sin descanso
por consumirse en ti y ser uno solo contigoooo
y elévame hasta el cielo donde no exista el tiempo
para estar eternamente contigo, y amarte

Aunque sea pequeño aunque nada tenga
quiero darme a ti por los demás
Y ser tu instrumento, ser vivo reflejo de tu amor,
Testimonio de verdad
Como tu, como tu.

Entrare en la senda del silencio,
Donde este tu me hablaras, donde este me enseñaras amar
te entrego a ti mi vida para dar nueva vida
a los que estén muriendo lejos de tu amor Señor
Y aun sin nada en las manos sabré que todo poseo
porque vives en mí y yo en ti.

Quiero amarte aunque sea pequeño, aunque nada tenga
Quiero darme a ti por los demás,
y ser tu instrumento ser vivo reflejo de tu amor
Testimonio de verdad
Mi vida quiero dar señor yo quiero amar
Como tu, como tuuuu,
Como tu, como tuuuu,
Clavado en una cruz.
Como tu como tuuuuu,
Como tu, como tuuuu,
Señor yo quiero amar como tu

 

Lecturas Domingo de la vigesimoctava semana de Tiempo Ordinario. 

15/10/2017
PRIMERA LECTURA
Preparará el Señor un festín, y enjugará las lágrimas de todos los rostros
Lectura del libro de Isaías 25, 6-10a

Preparará el Señor del universo para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares exquisitos, vinos refinados.

Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el lienzo extendido sobre todas las naciones.

Aniquilará la muerte para siempre.

Dios, el Señor, enjugará las lágrimas de todos los rostros, y alejará del país el oprobio de su pueblo – lo ha dicho el Señor -.

Aquel día se dirá: «Aquí está nuestro Dios. Esperábamos en él y nos ha salvado. Este es el Señor en quien esperamos. Celebremos y gocemos con su salvación, porque reposará sobre este monte la mano del Señor».

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 22, 1-6
R. Habitaré en la casa del Señor por años sin término.

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.

 SEGUNDA LECTURA
Todo lo puedo en aquel que me conforta
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4, 12-14. 19 20

Hermanos:

Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy avezado en todo y para todo: a la hartura y al hambre, a la abundancia y a la privación. Todo lo puedo en aquel que me conforta. En todo caso, hicisteis bien en compartir mis tribulaciones.

En pago, mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su riqueza en Cristo Jesús.

A Dios, nuestro Padre, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios.

Evangelio Domingo de la vigesimoctava semana de Tiempo Ordinario.

Aleluya Cf. Ef 1, 17-18
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

  1. El Padre de nuestro Señor Jesucristo
    ilumine lo ojos de nuestro corazón,
    para que comprendamos cuál es la esperanza a la que nos llama R

 

EVANGELIO
A todos los que encontréis, llamadlos a la boda
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 22, 1-14

En aquel tiempo, volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo:

«El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados encargándoles que dijeran a los convidados:

«Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda».

Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron.

El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.

Luego dijo a sus criados:

«La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda».

Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo:

«Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el vestido de boda?».

El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los servidores:

«Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes».

Porque muchos son los llamados, pero pocos los escogidos».

Palabra del Señor.